Basura

Basura, de Derf Backderf (Astiberri)

basura

Pocas cosas hay más cotidianas que la basura,  pero a pesar de ello, es una gran desconocida. Más allá de los contenedores donde la depositamos y de los camiones de recogida que vemos a diario, en general ignoramos completamente lo que sucede posteriormente con nuestros desperdicios. Los residuos conforman una industria enorme que mueve 55.000 millones de dólares anuales en los Estados Unidos, en la que participan enormes conglomerados empresariales como ACS o FCC en España o con la que diversos grupos mafiosos se han lucrado durante décadas en Italia. Es un negocio redondo, con una materia prima prácticamente infinita que todos colaboramos a incrementar.

Derf Backderf, consciente de todo ello y con una experiencia de dos años (1979-1980) trabajando de basurero, ha tratado de dar a conocer este peliagudo tema. Para ello se ha basado en su propia experiencia, ha investigado sobre la materia en cuestión y ha visitado centros de reciclaje, vertederos y plantas de tránsito de basuras. Pese a lo aparentemente arduo de la cuestión, el dibujante norteamericano ha conseguido crear un cómic didáctico, entretenido y muy divertido.

La estructura del cómic es sencilla, pero muy efectiva. En primer lugar Backderf incluye un breve prólogo que narra el devenir histórico de la recogida de basuras, desde el 3.000 aC, cuando se data el vertedero conocido más antiguo en la isla de Creta, hasta los vertederos y plantas de incineración modernas. Es encomiable la capacidad de síntesis del dibujante, que en muy pocas páginas traza las líneas maestras de la recogida de basuras a lo largo de la Historia: los graves problemas de residuos que tuvo Roma, el peligro que suponía su acumulación al lado de las murallas de las ciudades, el uso de los ríos como vertedero natural, los hombres del polvo de Londres…


A continuación, Derf Backderf narra las andanzas de un joven norteamericano que empieza a trabajar como basurero. Aunque la trama es de ficción, en parte está basada en sus propias experiencias de hace más de tres décadas. Es muy interesante cómo Backderf relata la evolución del joven: desde el asco inicial a la total adaptación al medio. La sucesión de escenas muestra multitud de aspectos que juegan un papel fundamental en la gestión de los residuos: las diversas fases del proceso que lleva nuestra basura desde la puerta de casa hasta el vertedero; la corrupción y el nepotismo de la administración municipal; y por encima de todo, las acciones individuales de los vecinos y vecinas, mayoritariamente irrespetuosos con el medio ambiente y con las personas que se encargan de llevarse sus desperdicios.

La gran cantidad de anécdotas y de momentos divertidos están muy bien enlazados y no ocultan el gran peso que el autor confiere a la crítica de nuestra sociedad. Ya sea en el tórrido verano o en el gélido invierno, la basura no se detiene, el ciclo continúa y no somos conscientes del volumen que deshechos que producimos. Las reflexiones del protagonista y de algunos de sus compañeros dotan de profundidad a la trama, pero el gran mérito de Derf Bakckderf es el gran sentido del humor, negro y cínico en ocasiones, que recorre el cómic. La combinación de reflexión y crítica social con una trama realmente entretenida es un gran acierto.


Los personajes están muy conseguidos y permiten apreciar los diversos estereotipos que se dedican a esta imprescindible pero despreciada labor.  Desde los veteranos curtidos hasta los novatos inexpertos, todos forman parte de este mundillo tan especial. La mayoría de personajes son complejos y tienen momentos brillantes, pero es imposible no detenerse en Marv, el anciano trabajador de la perrera municipal, y en Magee, el extravagante trabajador del cementerio de la ciudad. Ambos proporcionan los momentos más cómicos de la obra y permiten aligerar el tono general de denuncia y reflexión tan importantes en la trama.

La parte gráfica de la novela gráfica es también muy remarcable. El bitono azul y negro funciona muy bien y permite a Backderf construir sus ya habituales personajes caricaturescos. Las caras con facciones muy marcadas y los cuerpos que recuerdan al cartoon hacen de contrapunto con la profundidad del argumento. Backderf es un dibujante versátil y como demuestra tanto en el prólogo como en el epílogo, es capaz de buscar el realismo. Pese a la repulsión que provocan, algunos de sus dibujos de basura son realmente espectaculares. Es interesante detenerse en algunos detalles muy propios del medio como el constante uso de onomatopeyas o el juego con el movimiento, especialmente cuando el protagonista recorre las calles a lomos de Betty. 

Este ha sido mi primer contacto con la obra de Derf Backderf, no he leído Mi amigo Dahmery su forma de presentar un tema de tanto calado como este me han parecido muy acertada. Basura presenta el equilibrio justo entre el humor y la crítica social, siempre manteniendo un tono didáctico que lo hace realmente interesante. Si os interesan mínimamente el futuro de nuestro planeta y tenéis conciencia ecológica lo disfrutaréis en gran medida; pero si no es así, seguro que pasaréis un buen rato y además Derf Backderf conseguirá que recapacitéis.

PD: En el colegio en que trabajo estamos preparando un proyecto para trabajar la concienciación medioambiental a través del cómic y Basura es una de las obras que utilizaremos, puesto que el prólogo y el epílogo son grandes herramientas didácticas. Cuando esté más avanzado lo colgaré en la sección de Propuestas Didácticas del blog.

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